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viernes, 20 de junio de 2014

Los limpios ven a Dios

El Papa san Gregorio Magno escribió sobre las “siete hijas de la lujuria”. Con ello quería significar los siete efectos destructivos que la lujuria provoca en nuestra inteligencia y en nuestra voluntad. La primera de estas “hijas” es la ceguera mental, seguida de desconsideración, inconstancia, precipitación, amor desordenado a sí mismo, odio a Dios y amor desordenado al mundo (con odio o desesperación de un mundo futuro). Si somos honestos con nosotros mismos, podremos reconocer algunas de estas “hijas” que están presentes en nuestras vidas. Esta meditación se concentrará en la primera de estas “hijas”: la ceguera mental.

La impureza ciega tanto nuestra mente que no podemos ver lo que es bueno, ni tener gusto por las cosas espirituales. De manera particular, nos ciega al mayor de los bienes, que es nuestro Creador. San Alfonso María de Ligorio escribió: “Cuando un cuervo encuentra un cadáver, lo primero que hace es sacarle los ojos; y la primer herida que la lujuria hace al alma es quitarle la luz de las cosas de Dios”. Con el tiempo, los pecados habituales de la carne nos dejarán ciegos espiritualmente, incapacitando nuestras almas para las cosas del cielo y nos alienarán de nuestro Señor.

Quizá tú has estado experimentando últimamente una “sequedad” espiritual en tu vida interior. ¿Te has preguntado por qué? Puede tener muchas causas, y los pecados de la carne pueden ser una de ellas. Jesús quiso decirlo cuando dijo: “Dichosos los limpios de corazón porque verán a Dios” (Mt 5,8). La impureza no permite contemplar el rostro del Señor. Si tú deseas una vida espiritual más profunda, date cuenta de que no puedes involucrarte en pecados de la carne. Sin limpieza de corazón no puedes esperar “ver a Dios”, es decir, no puedes tener una relación cercana con Él en la tierra y ser feliz con Él eternamente en el Cielo.

jueves, 12 de junio de 2014

Hoteluchos de mala muerte

Lo que piensa, habla y desea una persona se graba en su cerebro como en una cinta, y estas impresiones archivadas y grabadas aparecen para incitar los estímulos cuando llega la ocasión. Las imágenes impuras se van asociando y producen ideas impuras. "Dime qué imágenes observas, miras o recuerdas, y yo te diré qué piensas".

Algunos dicen: "Yo pienso cosas malas, pero no hago cosas malas". Cuidado, porque la acción sigue al pensar como la sombra al cuerpo cuando hace sol. si tenemos un hotel y allí hospedamos toda clase de ladrones y atracadores, aquello se convierte en un hotelucho de mala muerte. Si dejamos llegar a nuestro cerebro malos pensamientos y malas imaginaciones, y los dejamos hospedarse allí, el pobre cerebro se convierte en un sucio albergue lleno de alimañas. Es necesario echar fuera toda imaginación mala, para que nuestro cerebro sea pulcro y no un sepulcro.

Las ideas vienen en cadena. Una idea buena puede traer otra idea buena. Pero una idea mala trae casi siempre otra mala idea. Basta ir tolerando malos pensamientos para que éstos vayan trayendo otros pensamientos malos, y éstos irán aumentando los estímulos hacia los actos impuros. Es casi imposible que una persona pueda vivir sin sentir estímulos sexuales, pero sí es posible disminuirlos, llenando el cerebro de buenos pensamientos, y no aceptando que se allí se hospeden las malas imaginaciones. (Eliécer Salesman).

miércoles, 11 de junio de 2014

Las parejas infértiles

Cuando una pareja no puede tener hijos, ¿su amor puede ser fecundo? Para que una pareja contraiga matrimonio, debe ser capaz de realizar el acto conyugal. Este acto de donación, expresado en una relación sexual, es lo que define el matrimonio. Si por alguna razón la pareja está incapacitada para tener relaciones sexuales, no pueden contraer matrimonio.

Sin embargo ninguna pareja puede garantizar que su acto sexual terminará en una concepción. La mujer es fértil sólo en algunos períodos, y por una etapa de su vida. Algunas mujeres son más fértiles que otras y tendrán más hijos que otras. Algunas podrán tener más de diez hijos. Otras, ninguno.

Lo importante es que una pareja realice el acto con la posibilidad de formar una familia, permanecer abierto a lo que Dios quiera hacer y dejar el resultado en sus manos. Dios puede bendecirlos con hijos, o puede no hacerlo. Si no lo hace, el Señor hará que su amor sea fecundo de otras maneras. Sin embargo, el acto sexual de amor entre un hombre y una mujer siempre será fecundo porque es un reflejo del amor fecundo de Dios.

lunes, 9 de junio de 2014

¿Mis razones para vivir la castidad? Aquí van cinco, y tengo más (testimonio desde Panamá)

He hablado en otras ocasiones sobre la castidad pero el día de hoy, luego de haber leído un artículo sobre la abstinencia sexual en desdelafe.mx me pareció bueno expresarles a título propio y tomando algunas de las ideas del artículo, para mí cuales son esas razones por las que practico la castidad junto a mi novia. Así que tomen nota y ¡Ojo al dato! esta es sólo la primera parte.

Razón#1.
Sabes, cuando no te enfocas en un placer y prácticas la abstinencia sexual se mejora la comunicación. Empiezas a tratar temas más profundos sobre ¿Que queremos en nuestro futuro? ¿Que opinas sobre esto y aquello?. Joven no dejes que el acto físico se vuelva tu medio de comunicación con tu pareja. De buenas a primeras, parece que fuera fácil por que solo te limitas a una intimidad física. Así que de ahora en adelante cuando estés con tu pareja, fuera celular, fuera acto físico y que venga la rondas de preguntas interesantes….el otro día conversaba con mi novia y hablamos de todo un poco y de pronto nos pusimos a pensar en la parábola del buen samaritano. No les niego que me sorprende como Carla ha mejorado en su manera de explicarse. En fin, menos sexo y más comunicación y les aseguro que mejoraran ambos en su relación cuanto más se comuniquen y conversen.

Razón#2
No se si te pasa a ti pero en mi caso. Carla es mi mejor amiga, lo ha sido desde ya 4 años y aún cuando empezamos la relación hace 21 meses pues no ha dejado de serlo. Ser castos nos ha ayudado forjar nuestra amistad. Antes de ser novios somos amigos, siempre le he dicho que es mi mejor amiga y que por eso se ha convertido en una excelente novia, además que por ser mi amiga, me he tomado el tiempo de conocerla saber quién es, conocer sus virtudes y sus defectos. Lo que pasa con frecuencia, y abre los ojos joven, es que nos metemos tan rápido en una relación que en un principio no podemos llegar a ser amigos, entonces empiezas a estar con esa persona solamente por un estado físico pero cuando empiezas a conocerla ¡Zazz! te das cuenta que es un odioso, que es una celosa compulsiva y a este fenómeno le conocemos hoy en día como amigos con derecho. 0 interés por quién eres por persona, primero vale que eres físicamente y ya luego cuando se conocen en profundidad pues viene el desencanto. Entonces, el conversar, el compartir intereses en común ayuda a cultivar una amistad real. ¡No creas que por tener cercanía física estas realmente cerca del otro!

Razón#3
Quizás esta es mi razón favorita. Cuando Carla y yo decidimos pues vivir la castidad le quisimos compartir esta decisión con 4 personas importantes para nosotros. Papa y Mama Polo y Papa y Mama Salas, nuestros padres. Como hombre les soy sincero, es una paz y una alegría inmensa cuando los padres de mi novia saben mis interés con su hija. Saben que la amo y la respeto y que ambos estamos viviendo la castidad. Obvio, en un principio para ninguno de los 4 fue fácil de entender pero allí le vamos. Esto ha creado alrededor de nosotros una ambiente de confianza y de amor. Sentir que tus padres apoyan tu relación y que forman de alguna manera parte de ella es super cool. Esto nos ha ayudado a madurar y a mejorar nuestra relación con nuestros padres.

Razón#4
El placer sexual tiene una característica importante que hay que tomar en cuenta. Siempre se pide más y más. Practicar la castidad te ayudará a combatir el egoísmo de que es lo que más me satisface o que es lo que yo quiero con la práctica de la generosidad. Vaciarte de ti mismo y tus propios intereses.

Razón#5
Esta razón es mucho más personal que todas las demás. Cuando vives la castidad tienes mucho tiempo para hacer muchas cosas y entonces llega el momento en que hay que ponerse creativo. Vivir la castidad nos ayuda a encontrar mas y mejores maneras de demostrar amor. Comienzas a buscar otras cosas por hacer, bolos, helado, cine, estudiar, caminar, correr, escuchar música, debatir, leer, ¡GUERRA DE ALMOHADAS! okei sorry me emocione hahaha. Toca ponerse ingenioso y buscar nuevas formas para pasarla superbien. No ocupamos el tiempo en el acto físico cuando podemos estar haciendo otro mundo de cosas que nos ayudan a fortalecer la relación, a conocer su carácter, hábitos etc. Es como cuando jugué bolos por primera vez con Carla. Le he dado una churria como de 190 a 50…..lo que paso después hahaha fue muy gracioso, jugando bolos me di cuenta que Carla es casi tan competitiva como yo y no le gusta perder y menos si soy yo. Así que, a ponernos creativos y busquemos nuevas formas de pasarla superbien, de divertirse, de compartir y en esto iremos descubriendo a la otra persona.

Espero que este artículo sea de gran ayuda para ti. Dios te bendiga, recuerda ¡Vive tu fe, Vive la castidad! y nos vemos la próxima,

(Artículo publicado en el blog Fe Digital)

jueves, 5 de junio de 2014

Increíblemente bueno

A menudo las personas no católicas, o no practicantes del catolicismo, acusan a la Iglesia de reprimir los instintos de los fieles y enseñarles que el sexo es algo malo, sucio y desagradable a Dios.

El filósofo de la nada Federico Nietzsche llegó a afirmar que “exhortar a la castidad constituye una incitación pública a ir en contra de la naturaleza”. Seguramente Nietzsche nunca entendió las enseñanzas bíblicas sobre la sexualidad ni comprendió la doctrina de la Iglesia. Si lo hubiera hecho, quizá los últimos once años de su vida no habrían transcurrido en la más penosa locura provocada por la sífilis.

Leyendo a Mary Beth Bonacci reafirmo la visión estupenda que la Iglesia tiene de la sexualidad. Cuando Dios hizo el mundo, todo lo hizo muy bueno, dice el libro del Génesis, y en la creación estaba incluida la sexualidad. Pero el sexo no sólo es algo bueno, sino algo increíblemente bueno. Dios hizo al mundo para poblarlo de personas, de seres individuales, únicos e irrepetibles. De cada uno de ellos Dios está perdidamente enamorado y quiere compartirles a todos la vida eterna. Cuando dijo “Llenen la tierra y multiplíquenla”, el Señor no hablaba de plantar geranios por todas partes, sino de poblarla de seres humanos a los que Él amaría con locura para llevarlos al cielo.

Sabemos que no es la cigüeña –esa leyenda de los antiguos pueblos germánicos– la que trae los bebés al mundo. Nuestro origen es el acto sexual entre el hombre y la mujer. Dios diseñó un sistema llamado “familia” para que entráramos en la existencia. En este sistema el hombre y la mujer se aman de tal manera que deciden pasar juntos el resto de sus vidas, viviendo en la misma casa, durmiendo en la misma cama, yendo de vacaciones juntos. Para querer pasar toda la vida con alguien se necesita, de verdad, un amor muy grande.

Cuando una pareja se casa por la Iglesia no sólo realizan el acto jurídico de contraer matrimonio. Están haciendo de su amor un sacramento donde Dios transforma a los esposos. Une sus almas de tal manera que los dos se convierten en uno. Y en la noche de bodas hacen algo muy importante. Se entregan uno al otro sexualmente para expresar con sus cuerpos lo que se dijeron frente el altar. Si ante Dios entregaron sus vidas, en la unión sexual hacen real y visible esa entrega.

Una vida humana tiene su origen en ese acto de amor. En él, Dios se hace presente para realizar su acto creativo favorito: la creación de un ser humano completamente nuevo hecho a su imagen y semejanza. A través del sexo, del lenguaje del amor y del compromiso, una nueva vida entra en el mundo. El resultado de todo esto es una nueva familia.

Dios nos trae al mundo a través de la familia por una razón. Creó a la familia para que ésta fuera el medio para que el hombre aprenda el camino para ser feliz en la vida. El camino es la donación. No nacimos para satisfacer únicamente nuestras necesidades, sino para amar y buscar el bien de los demás. Los padres trabajan, educan a sus hijos y los llevan a hacer deporte por el bien de sus pequeños, no de ellos mismos. Y los niños, ayudando en casa y apoyándose entre ellos, aprenden a buscar el bien de los demás y a contribuir a la unidad de la familia.

Mientras que la cultura actual ve el sexo sólo como la obtención de un placer egoísta, la Iglesia Católica lo mira como algo grande y sagrado al servicio de la familia. Las familias nacen y se sostienen por el amor, y se forman a través del sexo. Por eso los católicos afirmamos que el sexo no sólo es bueno, sino algo increíblemente bueno. 
(Padre Eduardo Hayen Cuarón)

miércoles, 4 de junio de 2014

La pornografía daña el cerebro, revela un estudio


Además de los diversos problemas morales y psicológicos, en algunos casos psiquiátricos como cuando se cae en la adicción, un nuevo estudio ha demostrado que la pornografía afecta seriamente el cerebro de los hombres que la consumen.

Los hombres que pasan mucho tiempo mirando pornografía en Internet parecen tener menos materia gris en ciertas partes del cerebro, registran una reducción de su actividad cerebral y afectan su respuesta a la actividad sexual, de acuerdo a una investigación alemana publicada este jueves en Estados Unidos.

El estudio muestra también que es probable que las personas que ven mucha pornografía podrían necesitar imágenes cada vez más explícitas y gráficas para poder conseguir el estímulo sexual que esperan tener.

“Hemos encontrado un importante vínculo negativo entre el acto de ver pornografía por varias horas a la semana y el volumen de materia gris en el lóbulo derecho del cerebro”, así como la actividad de la corteza prefrontal, señalan los investigadores del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano en Berlín (Alemania).

“Estos efectos podrían incluir cambios en la plasticidad neuronal resultante de intensa estimulación del centro del placer”, añade el estudio publicado en línea en la revista de la Asociación Médica Americana Psychiatry.

Los autores, sin embargo, no pudieron probar que estos fenómenos sean causados directamente por el consumo de pornografía y, por lo tanto, afirman que es necesario proseguir las investigaciones.

Pero, según ellos, la investigación sí proporciona un primer indicio de que hay una relación entre el acto de ver pornografía y la reducción del tamaño y la actividad del cerebro como reacción a la estimulación sexual.

Para realizar el estudio, los autores reclutaron a 64 hombres saludables de entre 21 y 45 años, a quienes pidieron responder un cuestionario sobre el tiempo dedicado a ver videos pornográficos, que dio como resultado promedio cuatro horas semanales.

También les hicieron tomografías computarizadas (MRI) del cerebro para medir su volumen y observar cómo reaccionaba éste a las imágenes pornográficas.

En la mayoría de los casos, mientras más pornografía miraban los sujetos, más disminuía el cuerpo estriado del cerebro, una pequeña estructura nerviosa justo debajo de la corteza cerebral.

Los científicos también observaron que, cuanto mayor era el consumo de imágenes pornográficas, más se deterioraban las conexiones entre el cuerpo estriado y la corteza prefrontal, que es la capa externa del cerebro a cargo del comportamiento y la toma de decisiones. (Fuente: forumlibertas.com)

martes, 3 de junio de 2014

Miseria somos

Todos nacimos con la mancha del pecado original, o sea, con esa tendencia muy fuerte hacia el mal. Con esas tendencias vergonzosas e inconfesables, sin embargo conservamos en el corazón cierta nobleza y una gran tendencia hacia el bien.

Nos sucede muchas veces lo que a Sansón. Se dejó engañar por Dalila, aquella perversa mujer que se aprovechó cuando Sansón estaba dormido, le cortó sus cabellos, que eran los que le daban toda su fuerza, y llamó a sus enemigos. Sansón se levantó para combatirlos creyendo que tenía sus antiguas fuerzas, trató de defenderse, pero como el Espíritu del Señor se había alejado de él, se halló sin fuerzas y fue esclavizado por sus enemigos.
Muchas veces nos ha sucedido algo semejante: llegan los enemigos del alma, tratamos de reaccionar, las fuerzas no nos alcanzan y somos derrotados miserablemente. Entonces llega el desaliento y el desánimo, a no ser que encontremos el camino para salir de ese atolladero.

El camino para salir de ese pantano es desconfiar siempre de nuestras fuerzas, odiar inmensamente el pecado (pornografía, adulterio, masturbación, fornicación, etc.) y confiar absolutamente en la infinita misericordia de Dios. Jesucristo conoce nuestras debilidades y siempre sintió la más grande compasión y la misericordia más bondadosa con el pecador. (Eliécer Salesman, Pureza o Castidad)

lunes, 2 de junio de 2014

¿Cómo puedo encontrar el amor verdadero?

La Iglesia nos enseña que el hombre es la única criatura que Dios ama por sí misma, y que el hombre puede encontrarse a sí mismo solamente en don sincero de sí mismo. Dios nos creó a cada uno de nosotros porque nos ama. Desde antes de que existiéramos, El ya nos amaba. El no te creó porque ibas a ser muy trabajador, o porque ibas a tener ciertos talentos. El te creó simplemente porque te ama y porque quiere lo mejor para ti.

¿Has escuchado eso de que a veces una persona, para encontrarse a sí misma, se va al Tíbet, o al Himalaya, o se pone a practicar yoga? Esas recetas están equivocadas. El hombre no se encuentra a sí mismo por una introspección obsesiva y egocéntrica. Nos encontramos a nosotros mismos sólo donándonos para servir y cuidar a los demás, y para procurar lo mejor para ellos.

Seguramente tú habrás experimentado esto en un momento de tu vida. Quizá has sido voluntario para quienes no tienen hogar o sirviendo en tu parroquia. Tal vez has ayudado a un amigo consolándolo toda la noche porque estaba deprimido. No importan las circunstancias, hay una alegría y una satisfacción que experimentas cuando ayudas a los demás.

Por eso Dios nos creó para vivir, no solos, sino en familias y en comunidades. No encontraremos la felicidad viviendo en nuestros pequeños mundos aislados, gastando toda nuestra energía sólo para satisfacer nuestras necesidades. Hallamos plenitud para nuestras vidas cuando unimos nuestras vidas y necesidades a las de los demás, cuando hay interdependencia de amor con los demás, cuando buscamos el bien de los demás y cuando los demás, a cambio, buscan lo mejor para nosotros. Este es el estilo de vida que nos hace felices. Ese es el amor verdadero.

¿Tú crees que el adulterio, la pornografía o las relaciones sexuales hedonistas te llevan por ese camino de auténtico amor? ¡Lejos!