La mayor parte de la gente peca contra la castidad porque cree que será feliz cometiendo el pecado. Pero resulta que, apenas consigue lo que se proponía, le produce un disgusto y una repulsión tan grandes, que la persona desearía que eso no hubiera sucedido nunca jamás. Y muchas veces la persona entra en un círculo vicioso: comete el pecado, experimenta un gran disgusto, vuelve a cometer el pecado, vuelve a sentir profundo disgusto, pecado, disgusto, pecado, disgusto.... muchas veces. ¿Hasta cuándo se romperá ese círculo tan doloroso?
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